El Ícaro Que No Voló

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4 Comentarios

¡Mire que quisieron ser leyenda! Y sin embargo,
No habrá ícaros en estas letras
Nadie se quemará cuando el cielo se encienda
Ni perderá las plumas cuando la cera ceda.
Ocuparán su espacio un par de polillas
Presas en la penumbra, asustadizas
Pavorosas de que las toque la luz que ansían.
¿Qué les habrá prohibido el vuelo aún conservando intacta su alada estructura?
¿Quién, obviando su deseo de hacerse brasas, las habrá condenado a perseguir la luna?
Renegaron la tortura impuesta, por miedo
Robaron llamas para saciarse en vano, porque no las alimentó el mismo fuego.
Resignadas, aceptaron su martirio en silencio.
Saborearon sus penas y quedaron hambrientas de consuelo.
Tendrían, más tarde, un deceso lento
Terminarían suplicando desplegar las alas hasta consumirse en un ardiente parpadeo.
Tras la hora postrera:
Se arrepintieron de no haber intentado ser algo más que polillas,
Lamentaron convertirse en polvo sin antes haber sido cenizas.
Tal vez estaban destinadas a ser lo que no querían
Usted ve: quisieron ser leyenda y, sin embargo, son ahora poesía.







4 comentarios:

  1. Toda una desgracia que te impongan ser lo que no quieres ser. Besos, Fritzy.

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    Respuestas
    1. Cierto, aunque mayor desgracia es permitir que te lo impongan.. ¡Besos y un abrazote, Javier!! ;)

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  2. Jaja, tú siempre le das una vuelta de tuerca que me deja TOUCHÉ!

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