Bendita Sociedad

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      La sociedad debería tener otro nombre, uno que se acople más a lo que representa. Para mí es sólo un conjunto de reglas creadas para enjaular o encasillar a sus integrantes y hacerles creer que forman parte de algo importante. Una especie de horno donde todas las figurillas se doran sobre el mismo molde, donde el lema central es "si quieres ser normal, sé como los demás" pues eso es "lo correcto" porque en lo que no vayas en consonancia con la media, en lo que llegues a ser algo diferente o algo "anormal" automáticamente empiezas a estar mal, eres un error que corregir o enderezar y si no estás a favor de ello te empiezan a juzgar.
         ¿Y qué es lo normal, qué es lo correcto, qué es exactamente ser como los demás? Para ella, lo común y nada más; ser distinto, aunque sea sin querer, es una equivocación total. Así que por favor, ni se te ocurra resaltar, de lo contrario el castigo a pagar será que te empiece a señalar. Entonces es aquí cuando salen a relucir los estereotipos y los paradigmas, aquí es donde las personas empiezan a limitar su pensamiento, su apariencia y su conducta dentro de patrones preestablecidos y se cierran, se ciegan y se olvidan de ser ellas mismas o si no simplemente se ocultan, pues todo lo que se salga de "ésas líneas" tiene por ley que quedar fuera.
          Así es como se explican muchas cosas: la existencia de la vergüenza, el desarrollo del sentido común contra la consciencia, la aparición de la palabra inmoral, la importancia del "qué dirán", la preocupación por a quién incluir y a quién no, ésa mala costumbre de discriminar, de apuntar con el dedo, de subir las cejas como gesto de desaprobación y de mirar de arriba hacia abajo en señal de indignación, ése constante vivir del otro si somos todos o vivir de los demás si soy yo.
         [Si quieres estar acorde a la sociedad no seas la excepción o ésta podría restregarte en la cara un cartel con el siguiente enunciado: "DETENTE, NO CRUCES EL PORTÓN. AQUÍ, TE GUSTE O NO, SE RESERVA EL DERECHO DE ADMISIÓN". He ahí la base que justifica el implantar semejanzas en sus integrantes y el excluir, etiquetar, clasificar o criticar a aquellos que no las acaten].

Éste modelo de sociedad me hace creer cada vez más que sólo somos o debemos ser imitaciones de un mismo disfraz, así que éste es mi voto por la diversidad.




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