Contribuyentes
¡Advertencia!
Muchas de las entradas van acompañadas de alguna canción o video que no siempre tiene que ver con el escrito. Es simplemente un regalo para reconfortarlos o hacerles más daño antes o después de leer lo que escribimos.

¿Cuánto dolor esconde una herida?
¿Cuántas marcas deja en verdad una cicatriz?
¿De cuánto sufrimiento va cargado una lágrima?
¿Será que la tristeza se puede medir?
Grandes corazones
los que guardan mil penas
y aun así pueden latir.
Y que aun yendo de la mano de la amargura
encuentran un motivo para sonreír...
¿Cuántas marcas deja en verdad una cicatriz?
¿De cuánto sufrimiento va cargado una lágrima?
¿Será que la tristeza se puede medir?
Grandes corazones
los que guardan mil penas
y aun así pueden latir.
Y que aun yendo de la mano de la amargura
encuentran un motivo para sonreír...

María Soledad era sin duda como su apellido
apartada y encerrada en el vacío,
entregada al silencio y al olvido.
A veces lloraba y nadie cubría sus penas.
Pero entonces, oía gotas diáfanas cayendo del grifo
o una débil y repentina llovizna
le infundía su frío
y se sabía entendida,
aunque de una forma distante y ajena.
Luego guardaba sus lágrimas
apretaba la llave para impedir el tintineo del agua
corría las persianas tras la ventana cerrada
y así tristemente sentíase consolada.
apartada y encerrada en el vacío,
entregada al silencio y al olvido.
A veces lloraba y nadie cubría sus penas.
Pero entonces, oía gotas diáfanas cayendo del grifo
o una débil y repentina llovizna
le infundía su frío
y se sabía entendida,
aunque de una forma distante y ajena.
Luego guardaba sus lágrimas
apretaba la llave para impedir el tintineo del agua
corría las persianas tras la ventana cerrada
y así tristemente sentíase consolada.

Archivo del blog
-
►
2016
(50)
- ► septiembre (4)
-
▼
2015
(61)
- ► septiembre (5)
-
►
2014
(53)
- ► septiembre (5)
-
►
2013
(40)
- ► septiembre (1)
-
►
2012
(44)
- ► septiembre (4)

Entradas populares
-
Me quiere, no me quiere, vas repitiendo lentamente mientras despojas uno por uno los pétalos de la margarita, esperando que el último ...
-
Last kiss - Adam Martinakis A usted las pocas veces que sonríe se le forman unos hoyuelos en las mejillas en los que gustosa me enti...
-
Los goterones caen del techo y forman un charco en el piso. Lupita las imita con sus lágrimas que impactan raudas contra sus zapatos. ...
-
¡Por los clavos de Cristo! ¿De dónde habrá salido ese hombre? ¡Uy, no! ¿Cómo lo dejan profanar así la casa de Dios? Su estampa se va ...
-
Mis manos rabian por enredarse en su escote y mi boca babea por recorrer su piel. Los ojos, únicos privilegiados, me empiezan a arder ...


- Comenta la entrada,
- Comparte el enlace y
- Participa en éste sitio.
Así sabremos qué rostro se esconde detrás de cada lector y ayudarás a extender el alcance del blog.

Empezando por el principio, te cuento que me ha encantado la narración de esa sensación tan excitante de estar pecando. Después ha sido desconcertante poder situar a este personaje con tantas ganas de pecar, y el final excelente, cuando ella misma, sin saber ya en qué parte de la existencia vive, sucumbe a esos rojos para que la amen. Amén.
ResponderEliminar¡Gracias a montones!! Me alegra que te haya gustado y que se te haya contagiado, de una u otra forma, parte del desconcierto que también sufre el personaje. Si la aman o no, no sé; pero espero que la palabrita haya terminado acentuada (o no) a su favor.. ¡Un abrazote!! ;)
EliminarFrizy. Imponente el relato. Como mueve, y como cambia... una de las historias más excitantes que he podido leer. La sutileza con la que se escribe y detalla todo, dejando la imaginación volar tanto como lo hace su mente, es imponente. Excelentemente logrado. Mil gracias por esto.
ResponderEliminar(¿Cómo será que siempre aquello que es "prohibido" es lo que más nos seduce? Nunca podré entenderlo...)
Beso grande Fritzy.
¡Franco!! ¡Gracias y más gracias a ti! Qué chévere que lo hayas disfrutado! En cuanto a la atracción a lo prohibido, yo tampoco sé. Quizá no sea tanto el "objeto" lo que seduce, sino la prohibición en sí.. ¡Un besote y un abrazo grande también para ti! ;)
EliminarPues sí Fritzy, me uno a los comentarios anteriores. Fascinante relato. Encandila desde el principio. Ese erotismo del pecado expresado con tu arte, se hace sutilmente irresistible. Manejas las palabras magistralmente (esto seguro que ya te lo he dicho), y con eso ya tienes el cielo ganado, je, je.
ResponderEliminarEsto si que es un Éxtasis, y no el de Santa Teresa.
Un placer leerte, como siempre
Besos
Jaja, seguro que me lo ha dicho, pero sienta de maravilla leerlo de nuevo. ¡Mil gracias, Isidoro!! Cuando me habla de Santa Teresa me pregunto si se está refiriendo a la religiosa reconocida por la Iglesia o a la de los caminos inescrutables del Trébol, quien no lo es tanto. De cualquier modo, si es lo primero gracias por estimar al texto en esa medida y si es lo segundo, gracias por dedicar tiempo a leernos.. ¡Un abrazote!! ;)
EliminarHola Fritzy, adhiero a todos los comentarios anteriores, exquisito relato, de una fuerza amorosa y sexual maravillosa. Un gusto como siempre leerte. Un afectuoso saludo, muy buen año nuevo, y abrazos, aunque arda!!
ResponderEliminar¡Hola, Ernesto!! Un gusto saludarlo por aquí y leer su comentario. ¡Muchísimas gracias! Me contenta que el texto haya sido de su agrado. Muchos saludos y un cálido abrazo (cuidado con las llamas, jaja). ¡Felices fiestas y un espléndido 2016!! ;)
Eliminar