Mirones

/
0 Comentarios



¿Sabes qué detestamos incluso más que las tragedias? Los mirones que se detienen a ver cómo caemos en ellas. Se quedan pasmados de brazos cruzados moviendo únicamente sus pupilas para no perder de vista el más mínimo detalle de nuestra desdicha. Ahora entiendo por qué dice la gente que los finales más trágicos se viven a cámara lenta y no es porque el tiempo se detenga, nosotros avanzamos hacia lo inevitable pero nuestro alrededor es lo que permanece en suspenso, colmado de lentes vivas y ávidas por capturar el último segundo, el último movimiento, el único e inequívoco momento en donde nuestra vida da un sorprendente vuelco, de manera temporal o permanente pero tan determinante que nos termina  cambiando o destruyendo.

Odiamos a los mirones porque, de paso de que permanecen ilesos ante nuestra desgracia, hacen un espectáculo de nuestro sufrimiento y lo peor es que no podemos ni siquiera cobrarles por sentarse libremente frente al podio y disfrutar en primera fila de la obra que con nuestras lágrimas estamos produciendo.





No hay comentarios:

¡Coméntenos! Claro que mordemos, pero desde aquí no podemos hacerlo.

El mundo ya tiene demasiadas imitaciones. Defienda la originalidad. Con la tecnología de Blogger.